El aumento en la tala de huertos de almendros en Turquía se debe a un conjunto de factores críticos que afectan la producción: las heladas, la caída de precios, la reducción de aranceles aduaneros y el incremento de costos. Esto ha llevado a que productores, especialmente en la zona de Adıyaman, comiencen a arrancar y talar sus árboles a un ritmo acelerado. Sin embargo, se enfrentan a la dificultad de encontrar leñadores, lo que ralentiza el proceso, a pesar de la alta demanda y el interés en la madera para otros usos, como la leña.
Esta situación refleja un escenario complejo para la agricultura local, donde productores están optando por eliminar huertos ante la falta de rentabilidad y los daños climáticos. Se estima que solo en Adıyaman se han arrancado más de 5,000 acres y se planea continuar, aunque la escasez de mano de obra es un obstáculo significativo. Algunas fincas incluso están realizando el arranque con recursos propios, evidenciando la urgencia y el impacto de estas circunstancias en el sector agroindustrial.
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