La severa helada que afectó a Turquía en abril de 2025 causó la pérdida de casi el 98% de su cosecha de albaricoques (damascos), disparando los precios internacionales de los albaricoques secos y generando una intensa búsqueda global de proveedores alternativos. Esta crisis ha abierto una oportunidad «poco habitual» para Georgia de consolidarse como un actor relevante en el mercado de exportación de frutas deshidratadas.Georgia está aprovechando esta situación gracias a condiciones meteorológicas favorables y a las inversiones previas en procesamiento y certificaciones de calidad. La demanda internacional no solo se ha disparado para los albaricoques secos, sino también para ciruelas, higos y caquis.
Las empresas georgianas están vendiendo inmediatamente toda su producción de alta calidad, especialmente a mercados de la Unión Europea y del Golfo, y ya han cerrado acuerdos en países como Alemania y Polonia.El desafío actual de Georgia es doble: mantener la consistencia en la calidad y establecer relaciones comerciales duraderas antes de que el sector turco se recupere en 2026. Esta situación es vista por los exportadores georgianos como la oportunidad perfecta para demostrar su fiabilidad y posicionarse como un proveedor mundial de confianza en una amplia gama de frutas deshidratadas.
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