El verano de 2025 traerá precios históricamente altos para los berries y cerezas, impulsados por condiciones climáticas adversas y una oferta limitada.
Las heladas severas y una baja producción prevista en Polonia y otros países europeos están afectando gravemente la disponibilidad de materia prima.
La escasez de fruta congelada, sumada a inventarios reducidos de la temporada anterior, está empujando al alza los precios, con proyecciones de que esta tendencia se mantenga por varios meses.