Actualidad nacional e internacional
Oct. 11, 2022![](https://chilealimentos.com/wp-content/uploads/2022/10/riego_699px.jpg)
Cambios que traerá la nueva ley de riego
Las indicaciones presentadas por el Gobierno buscan extender su vigencia por siete años, con el foco puesto en la pequeña agricultura y el medio ambiente, para lo cual se modificaría la forma de estratificar a los postulantes –pasando de hectáreas a ventas anuales– y se exigiría devolver a las cuencas parte del agua que se ahorra al lograr una mayor eficiencia.
Tras una ardua discusión en el Congreso, la propuesta de extensión por siete años de la Ley de Fomento al Riego y Drenaje presentada en marzo del año pasado no logró aprobarse y, para darle continuidad a este instrumento, que existe desde hace 37 años, se extendió durante un año con la idea de continuar su análisis.
Esa prórroga terminará el 4 de diciembre y a comienzos de septiembre, el Gobierno decidió presentar una indicación sustitutiva al proyecto que estaba en el Congreso, para prorrogarla por siete años.
La indicación está en su segundo trámite constitucional y deberá ser aprobada por el Senado y luego volver a la Cámara de Diputados, para votar las nuevas indicaciones.
‘Estamos optimistas y esperamos avanzar lo más rápido posible, porque es un instrumento muy necesario. Y en el caso que la discusión se prolongue, existen los mecanismos para hacer una prórroga por un año más’, explica el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Riego (CNR), Wilson Ureta.
Entre los principales focos de la indicación está beneficiar a la pequeña agricultura, considerando a las zonas de rezago, las mujeres y pueblos indígenas, ya que a juicio de la CNR son grupos que presentan grandes brechas en tecnificación.
‘Los cambios explicitan como objetivos de la Ley de Riego contribuir a garantizar la seguridad hídrica, la eficiencia en el uso del agua, la incorporación y mantención de la agricultura de riego en zonas de secano, la seguridad y soberanía alimentaria, el mejoramiento continuo de los sistemas de riego, la adaptación al cambio climático, el desarrollo rural y territorial sostenible y equitativo, y la conservación ecosistémica’, dice el ministro de Agricultura, Esteban Valenzuela.
De hectáreas a ventas
Uno de los cambios más relevantes es una nueva estratificación de los postulantes, que pasaría de hectáreas a ingresos anuales por ventas.
‘Con una estratificación por ventas se objetiva mucho mejor quién es pequeño, mediano o grande, ya que incorpora los ingresos generales del agricultor y de las empresas relacionadas’, explica Wilson Ureta.
También dice que la ley dejará de bonificar a los proyectos individuales de agricultores con ventas por sobre 50 mil UF, para focalizarse en la pequeña y mediana agricultura.
Una de las críticas al cambio es que el tope de 50 mil UF no coincide con la estratificación del Ministerio de Economía para los tamaños de las empresas, donde se establece que una empresa mediana tiene ventas anuales de hasta 100 mil UF.
‘Nos parece adecuado el cambio de la estratificación de los usuarios a ventas. Sin embargo, es raro que una empresa pase a ser pyme para algunos efectos y no para otros’, plantea Federico Errázuriz, asesor en temas hídricos de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) y ex secretario ejecutivo de la CNR.
Devolver el agua
La indicación considera por primera vez la obligatoriedad de devolver al menos el 20% del caudal que se ahorrará con la mayor eficiencia.
La decisión obedece al enfoque de cuencas que se quiere potenciar, más que al beneficio individual, sobre todo porque se está recibiendo un aporte del Estado. Algunos agricultores plantean que es difícil llevarlo a la práctica porque, debido a la sequía, ya reciben menos agua de la que les corresponde según los derechos de aprovechamiento.
‘Una parte de los excedentes ocasionados por las obras se tendrán que dejar de captar o devolver a la fuente y va a haber normas técnicas para acreditarlo… Consideramos que retribuir al ecosistema permite mejorar el balance hídrico de la cuenca y eso es pensar en un riego sustentable’, dice Ureta.
Una de las dudas es si esto puede generar un desincentivo a la postulación de proyectos de riego, por la obligatoriedad de devolver los excedentes y lo variable que es el volumen real de agua cada año.
‘En el contexto de sequía que enfrentamos, los litros que tienen los agricultores en el papel no son los que tienen realmente… Planteamos la opción de incorporarlo como un aspecto voluntario, que diera más puntaje en los concursos, pero dejarlo obligatorio es un punto que preocupa’, dice Federico Errázuriz.
En el caso de los agricultores que buscan ser más eficientes para crecer en superficie, Wilson Ureta afirma que sí lo podrán realizar, siempre que no consideren riego en laderas ni drenaje de humedales, y que no afecten zonas de turberas ni sistemas de agua potable rural.
‘Las zonas cultivables, arables, son muy importantes y muchas se han dejado de regar por la escasez hídrica, y creemos que hay un potencial muy grande de recuperarlas con la Ley de Riego’, asegura.
Más equidad
Como la Ley de Riego bonifica los proyectos una vez que están concretados, quienes postulan deben contar con financiamiento, lo que se ha convertido en una barrera de entrada para los pequeños agricultores.
Por eso, la indicación busca priorizarlos con apoyos especiales –con una bonificación de 95% en el caso de comunidades indígenas, por ejemplo– y facilitar la postulación.
‘En la ley reconocemos la cosmovisión de los pueblos indígenas, lo que nos entrega herramientas para adecuar algunos antecedentes que pedimos, como acreditar la tenencia de la tierra con mecanismos reconocidos por la Ley Indígena y el Poder Judicial’, explica Wilson Ureta.
En el caso de las mujeres, uno de los cambios será permitirles acreditar la propiedad de la tierra o agua con una declaración simple, ya que en muchos casos son las usuarias de los terrenos, pero no están a su nombre, y debido a eso no pueden acceder a los beneficios.
‘Queremos establecer una alianza más permanente con Indap, para que sus usuarios puedan tener un fondo rotatorio, por ejemplo, con el que facilitemos el acceso a créditos sin intereses para postular a los proyectos’, añade.
Fuente: Revista del Campo/10 de Octubre 2022
VOLVER A NOTICIAS