El panorama del comercio minorista de alimentación danés está dominado por supermercados físicos, a menudo ubicados a poca distancia a pie y con un horario amplio, lo que limita la necesidad del comercio electrónico. La mayoría de las tiendas tienen entre 500 y 1.500 m², y el país cuenta con el mayor número de supermercados per cápita de la UE. Los daneses compran con frecuencia (unas tres veces por semana) y gastan alrededor del 10 % de sus ingresos disponibles en alimentos y bebidas, pero el mercado sigue siendo conservador y con poca innovación. La abundancia de tiendas en relación con la pequeña población puede obstaculizar el rendimiento de cada tienda y desincentivar la inversión en conceptos minoristas modernos. Además, un sector de servicios de alimentación sólido que ofrece comidas preparadas a precios asequibles ha limitado el crecimiento de la oferta de productos de conveniencia en los supermercados.
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