En 2025, la producción de manzanas en Serbia disminuirá entre un 20% y 25% debido a graves daños por heladas en regiones clave como Banato Oriental y el Danubio, afectando tanto el rendimiento como la calidad de las frutas.
A pesar de esta caída, el sector continúa adaptándose mediante la diversificación de sus mercados hacia países como Reino Unido, España y Oriente Medio, frente a la pérdida del acceso al mercado tradicional ruso.
La producción serbia ha caído notablemente en la última década por la tala de huertos antiguos y factores geopolíticos, pero sigue siendo un actor importante en el comercio internacional de manzanas.