Ferrero llegó a Chile en 1991 a través de AGRICHILE, filial agrícola en el país, con el fin de asegurar la producción y abastecimiento de las avellanas frescas durante todo el año.
A lo largo de su historia, AGRICHILE ha presentado un modelo innovador para la industria y demostrado la alta calidad de sus productos. Además, ha capacitado a productores externos en el desarrollo del cultivo e implementado un activo trabajo con la academia, convirtiendo a Chile en un importante polo productor de avellanas europeas.