La temporada de procesamiento de tomate en el norte de Italia cerró con 3,1 millones de toneladas procesadas, un aumento del 27,6 % respecto al año anterior, impulsando la producción nacional total a 5,8 millones de toneladas. Aunque este volumen quedó un 10 % por debajo de las expectativas debido al clima inestable —olas de calor, lluvias intensas y cambios bruscos—, la calidad del tomate fue alta, con un sólido índice Brix que favorece su valor industrial. La mejora climática de septiembre permitió aumentar las entregas a las plantas procesadoras, consolidando un cierre de temporada más positivo de lo previsto.
Desde el punto de vista comercial, Italia recupera su rol estratégico como segundo mayor procesador de tomate del mundo, superado solo por Estados Unidos y beneficiado por la caída productiva en China. El crecimiento en superficie cultivada y la buena calidad del fruto ofrecen condiciones favorables para la industria de salsas, pastas y derivados, fortaleciendo la competitividad italiana en un mercado global de alto valor. Este repunte productivo refuerza la estabilidad del suministro y potencia la posición comercial del país frente a compradores internacionales.
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