Varios días después de las fuertes heladas que azotaron el norte de Grecia, especialmente las regiones productoras de frutas de hueso, los productores todavía siguen con ansiedad las importantes pérdidas en su cosecha de este año. Las perspectivas para la próxima temporada son cada vez más pesimistas y los agricultores están aterrorizados por la magnitud de la destrucción.
Polykarpou, presidente de la Cooperativa Agrícola de Productores de Frutas de Pella, no oculta la gravedad de la situación en sus comentarios. Según señala, cada día que pasa tras las heladas se hacen evidentes nuevas pérdidas y las estimaciones actuales indican una pérdida de alrededor del 80 por ciento de la producción de cerezas, melocotones de mesa, nectarinas y ciruelas.