Polonia sigue siendo el principal productor de frambuesas de la Unión Europea, aportando el 44% del suministro continental, pero la producción ha caído desde 100.000 toneladas anuales hasta solo 77.000 el año pasado.
Esta disminución se debe a las crecientes dificultades del cultivo, como la falta de mano de obra y el aumento de costes, afectando principalmente a la región de Lublin y reduciendo la superficie plantada de 29.300 a 19.300 hectáreas en menos de una década.
El panorama comercial tampoco es favorable: los precios de compra están bajo fuerte presión, mientras que la competencia de importaciones de Ucrania y Marruecos crece. Si bien Polonia exporta gran parte de su producción, especialmente a Alemania, el volumen de frambuesas frescas exportadas ha bajado y las importaciones, sobre todo de productos congelados, siguen al alza, agravando la situación de los productores nacionales.