Según líderes del sector, la grave sequía que azota Maine desde hace meses ha costado a los productores de manzanas y arándanos millones de dólares en pérdidas de cosechas.
Lisa Hanscom, copropietaria de Welch Farm en Roque Bluffs, afirma que las lluvias de mayo y junio afectaron a polinizadores como las abejas. Luego, una sequía repentina azotó la región justo al comienzo de la cosecha y marchitó los arándanos en crecimiento.
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