Las intensas lluvias invernales en California han provocado una interrupción crítica en la producción de frutillas, afectando el suministro en todo Estados Unidos. Las inundaciones y los suelos saturados no solo han ralentizado la cosecha y dañado la fruta, sino que también han vuelto inaccesibles los campos y aumentado el riesgo de enfermedades en las plantas debido al exceso de humedad.
Esta escasez nacional se mantiene a pesar del incremento en las exportaciones desde el centro de México, las cuales no han logrado compensar la baja producción de California. Se prevé que la disponibilidad intermitente y las exhibiciones reducidas en las tiendas continúen durante varias semanas, posiblemente hasta finales de diciembre.
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