Los aranceles impuestos por Estados Unidos afectaron de forma desigual a las exportaciones griegas, pero los duraznos en conserva —parte del grupo de frutas y verduras enlatadas— quedaron entre los productos más perjudicados, ya que no fueron incluidos en la lista de productos exentos cuando se levantaron parcialmente los aranceles. Mientras otros rubros lograron recuperarse o incluso ampliar su presencia en el mercado estadounidense, las conservas de fruta, incluido el durazno, siguieron enfrentando costos adicionales, lo que redujo su competitividad frente a otros orígenes.
La Asociación de Exportadores Griegos (SEVE) advierte que este tipo de productos tradicionales muestran un declive significativo dentro del mercado estadounidense durante el periodo arancelario, reforzando la necesidad de apoyo sectorial e intervenciones que permitan mejorar la competitividad. A diferencia de nuevos códigos arancelarios que crecieron pese a las barreras, las frutas en conserva no lograron compensar el impacto, reflejando su alta sensibilidad al precio y la dependencia del mercado de EE. UU.
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