El consumo de arándanos en Europa ha crecido notablemente, especialmente en mercados desarrollados como el Reino Unido, Alemania, Escandinavia, Bélgica, Holanda y Luxemburgo (Benelux), donde se registra el mayor consumo per cápita del continente. En el sur de Europa, países como España y Portugal empiezan a adoptar los arándanos, aunque aún dominan las fresas y frambuesas.
El promedio europeo de consumo todavía está muy por debajo del de Estados Unidos, el Reino Unido y Alemania, lo que representa una oportunidad de expansión comercial y de mercado para los próximos años. El potencial es aún mayor en mercados emergentes con grandes poblaciones como China e India, donde el consumo apenas comienza.