El mercado global de pasta de tomate atraviesa un proceso de reconfiguración profunda impulsado por la mayor competitividad de China y Estados Unidos. Ambos países incrementan su presencia en mercados clave gracias a mayores rendimientos, costos eficientes y estrategias comerciales más agresivas. Este avance está presionando los precios internacionales y desplazando a proveedores tradicionales en varios destinos estratégicos.
En África, uno de los mercados de mayor crecimiento, China ha consolidado una posición dominante mediante volúmenes altos y precios competitivos. La región se ha convertido en un punto estratégico para los principales exportadores, ya que combina demanda creciente, sustitución de proveedores y un entorno favorable para cierres de contratos de largo plazo.
Oriente Medio también experimenta un cambio relevante con la influencia creciente de Irán y China, mientras que Estados Unidos gana presencia en nichos premium y en países con exigencias sanitarias más estrictas. La competencia se intensifica en esta región por su ubicación logística estratégica y su capacidad de absorción de grandes volúmenes.
Europa y América Latina, por su parte, se están ajustando a este nuevo panorama. Italia continúa enfocándose en productos de mayor valor agregado, aunque con limitaciones derivadas de sus costos internos, mientras que Chile mantiene un crecimiento sostenido en mercados donde se valora la calidad y la estabilidad del suministro. En conjunto, estos cambios están moldeando nuevas rutas comerciales y abriendo oportunidades para importadores que buscan diversificar riesgo y optimizar costos en mercados estratégicos.
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