Innovación, Investigación y Salud
Feb. 12, 2020
Italia: desarrollan recubrimientos comestibles para reducir el desperdicio de alimentos
La idea se remonta nueve años atrás, pero no fue hasta mayo del año pasado cuando se fundó una nueva empresa innovadora en Italia que se dedica a la investigación, desarrollo, producción y comercialización de envases modernos, sostenibles y naturales: IUV Srl.
«En 2011, durante una clase de Business English en el instituto, se debatió sobre las pérdidas y el desperdicio de alimentos mediante el análisis de los datos divulgados ese año por la FAO”, dice Cosimo Maria Palopoli, CEO y fundador de IUV (en la foto con Maria Lucia Gaetani, directora de tecnología y bióloga especialista en nutrición). “Entonces pensé: ¿por qué no usar estos desperdicios para fabricar algo beneficioso? A partir de entonces estudié una carrera que me hizo más consciente del problema y que me proporcionó las herramientas necesarias para elaborar las fórmulas que han permitido llevar mi idea a la práctica. La tecnología en la que se basa mi idea se llama Columbus’ egg».
«No faltaron experimentos con aceites esenciales en frutas y hortalizas como agentes poscosecha. Las frutas utilizadas en las investigaciones fueron manzanas, peras y fresas. Pero los resultados no fueron del todo satisfactorios y el foco se trasladó a los biopolímeros, unas moléculas que se presentan en la naturaleza y que son sintetizadas por los seres vivos, es decir, plantas, animales u hongos, o poseen un origen fósil».
Columbus’ egg es una fórmula basada en biopolímeros naturales de origen biológico, biodegradables y compostables, cuyo objetivo es preservar o mejorar la frescura, estabilidad, durabilidad, apariencia, sabor, color y aroma de los alimentos. Se ofrecen dos soluciones: películas comestibles biodegradables y recubrimientos biodegradables.
Con este sistema, IUV se propone reemplazar los envases de plástico del sector de alimentos y bebidas y resolver las pérdidas y el desperdicio de alimentos.
«Lo que nos diferencia de nuestros competidores es que tenemos una fórmula única que sirve para varios aspectos y que es aplicable en los sectores alimentario y no alimentario. En el sector alimentario, la tecnología se usa para productos tanto frescos como deshidratados. En cuanto a los productos frescos, por lo tanto de alto nivel de humedad, nuestra fórmula se aplica como un recubrimiento comestible o edible coating. Este llamado coat es sólido, incoloro, insípido y transparente. Pero para ciertas finalidades de consumo se pueden utilizar pigmentos naturales que, en cualquier caso, no generan olor ni sabor».
Aplicación del recubrimiento comestible
El recubrimiento comestible biodegradable es un sistema multicapa sólido-elástico obtenido por inmersión repetida en soluciones líquidas. Mediante el uso de subproductos y desechos de la industria agroalimentaria se puede aportar al producto grosor, color, aroma y sabor. El CEO de IUV enfatiza que las películas comestibles biodegradables no constituyen un envase, sino sustitutos naturales de los aditivos sintéticos.
«La tecnología Columbus’ egg se puede enriquecer con extractos y mejorar con descartes. De esta forma, se puede personalizar estratégicamente el producto, que adquiere un valor añadido para el retail y el consumidor. En función de las necesidades del cliente, es posible mejorar aún más la vida útil de los alimentos mediante la inclusión de moléculas antimicrobianas naturales o sintéticas, autorizadas por la legislación vigente. Además, se puede enriquecer el recubrimiento con productos funcionales para el bienestar del consumidor, como los probióticos y prebióticos», explica Palopoli.
Un ejemplo puede ser el de las fresas envasadas en su paquete, pero recubiertas con un película comestible. El procedimiento es el mismo para las mezclas de frutas: fruta cortada en trozos, de IV o V gama, cubierta con una película comestible biodegradable y envasada.
La marca Columbus’ egg™ está dirigida principalmente a empresas de frutas y hortalizas, lácteos, harinas, productos horneados, productos cárnicos y pescados, así como bebidas y cremas. También se dirige a los canales retail y hostelería. «En el futuro, nuestra ambición es poder expandirnos a otros mercados potenciales, como cosméticos y farmacéuticos».
Caso emblemático: la mozzarella
La tecnología de recubrimiento comestible no solo es capaz de preservar la calidad intacta de los alimentos, sino que también representa una ventaja económica y financiera, especialmente en el sector de la exportación».
Un ejemplo emblemático es la mozzarella. «Con el recubrimiento logramos preservar el producto sin tener que recurrir al uso de salmuera o congelación, generalmente necesarias en la exportación de productos lácteos», concluye Palopoli. Todavía se están realizando pruebas en el segmento de las frutas y hortalizas, pero los primeros resultados arrojan que el nuevo sistema llega incluso a duplicar la vida útil de los productos.
Fuente: Freshplaza/11 de Febrero 2020