La campaña se caracteriza por un aumento global del 4% en la superficie de cultivo de frutos rojos, hasta un total de 12.274 hectáreas. Entre los diferentes frutos rojos, destaca la frambuesa, con un aumento del 9,5% en la superficie, recuperando los niveles de 2022 tras dos años de descenso.
Este crecimiento se atribuye a una campaña anterior exitosa, durante la cual la frambuesa española fue muy valorada en los mercados, mientras que la frambuesa marroquí atravesó dificultades.