Actualidad nacional e internacional
Dic. 17, 2020
La Unión Europea señala para España menos tomates y estabilidad en producción de manzanas, duraznos, nectarines y naranjas para 2020 al 2030
La Comisión Europea acaba de publicar su Informe de Previsiones Agrarias en la UE en 2020-30. En el sector de frutas y hortalizas, el informe incluye proyecciones para manzanas, melocotones y nectarinas, naranjas y tomates.
Se prevé que la producción de manzanas UE se mantenga estable en los próximos 10 años en 11,8 Mt, con rendimientos crecientes pero en una superficie menor. El mayor motor del sector vendrá de la modernización de la producción polaca. Las exportaciones comunitarias van a descender en un 19% hasta 1,2 Mt. No obstante, se espera un incremento del consumo (+1,% hasta 15,7 kg) como consecuencia de la conciencia sanitaria y las nuevas variedades que se correspondan mejor con las preferencias de los consumidores.
En melocotones y nectarinas, se espera que la producción se mantenga estable de aquí a 2030 en 3,6 Mt. Cuatro estados miembro (España, Italia, Grecia y Francia) aglutinan más del 95% de la producción en 2019. En cuanto al consumo, se espera que disminuya en un 9% en 10 años hasta 6,2 Kg, debido a la menor disponibilidad y la competencia de otras frutas tropicales y de verano.
Las exportaciones deberían aumentar, especialmente para los melocotones procesados, gracia a la creciente demanda mundial.
Se prevé que la producción de naranja de la UE crezca ligeramente (+0,6%)
gracias a los aumentos de rendimiento hasta 6,5 Mt. España con el 52% de los naranjos e Italia con le 27%, son los principales productores. Se espera que los consumidores prefieran las naranjas frescas y el jugo fresco sobre
los concentrados, lo que provocará una disminución de la demanda de
naranjas para procesamiento.
Las importaciones de la UE deberían aumentar para cubrir la brecha de la demanda. Por último, se baraja que la producción de tomates frescos de la UE disminuirá en 230, como resultado de la fuerte competencia internacional, el cambio climático, las plagas y el aumento de la demanda de variedades de menor tamaño, lo que provocará una disminución del volumen pero un aumento del valor añadido. Se espera que la producción se mantenga estable en los grandes países productores, salvo en España, que es el principal productor.
La producción española podría caer en un 20% en la próxima década por la menor superficie, la competencia de países terceros, la falta de agua y la baja rentabilidad. El consumo de tomates procesados debería permanecer estable durante el período de las perspectivas, con un cambio similar hacia
productos de mayor valor añadido.
Reporte completo en inglés sólo para asociados
Agrodigital/17 de diciembre 2020
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