Actualidad nacional e internacional
Feb. 4, 2013La dimensión agrícola de la Alianza del Pacífico
México, Colombia, Perú y Chile se comprometieron a bajar los aranceles de los productos a cero en la cumbre de Santiago. El pacto avanza con perspectivas para abordar mercados, pero los agricultores ven con reticencia la liberación total.
Arnaldo Guerra Martínez
México amenaza a China con ser el principal exportador de manufacturas a Estados Unidos, Perú es un centro de inversión del retail, Colombia no sólo está de moda por sus playas sino porque muchas empresas chilenas se están instalando en su territorio. En suma, son países pujantes, los de más rápido crecimiento en la región, los que han apostado por la apertura comercial y hoy son mirados con envidia desde Europa.
México, Colombia, Perú y Chile integran la Alianza del Pacífico, bloque empeñado en la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas, que recibió un nuevo impulso tras la VI reunión realizada durante la Cumbre Celac-Unión Europea, en Santiago.
La declaración final del encuentro planteó un importante desafío a sus miembros: No más allá del 31 de marzo de este año deberá quedar concluida la negociación para lograr una liberalización arancelaria plena. Así, aunque Chile ya está más adelantado en el tema, la meta planteada fue que el 90% de los productos va a quedar liberado de todo tipo de impuesto en el comercio y el 10% restante tendrá un calendario de desgravación para los más sensibles.
También deberán quedar cerradas las conversaciones durante el primer semestre de 2013 en áreas y disciplinas que profundizan los acuerdos bilaterales existentes entre estos países, lo que incluye acceso a mercado para el comercio de bienes, el régimen de origen, medidas sanitarias y fitosanitarias, facilitación del comercio y cooperación aduanera, servicios, inversiones y compras públicas.
El balance final destacó, además, la importancia de continuar con los trabajos exploratorios en otras materias, como la propiedad intelectual y las mejoras regulatorias.
Pese a que a simple vista pareciera que los acuerdos benefician más a otros sectores de la economía -como retail y servicios- que a la agricultura, porque lo que hacen es facilitar las inversiones y flujos de capitales, algunas ventajas para el agro se ven en el horizonte de esta promisoria alianza, pero también algunos nubarrones.
Las ventajas de estar unidos
La actuación conjunta mirando al Asia Pacífico como gran mercado a atacar, es una meta a conseguir.
La tarea es lograr una coordinación tal que permita ampliar la oferta durante el año. Eso Chile ya lo viene haciendo con México aprovechando la estacionalidad de las producciones, por ejemplo en las paltas, en que en algunos períodos del año ellos entran al mercado y en otro momento aparece el producto nacional. Ese trabajo conjunto debiera ampliarse a otros.
“En ese sentido, creo que con México ya estamos bien enganchados en esto de ir juntos a los mercados del Asia Pacífico y también a Rusia”, señala Gustavo Rojas, director de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias del Ministerio de Agricultura.
Pese a que Perú tiene todo para pasarle por encima a Chile con algunas producciones, también es perfectamente posible hacer campañas de promoción del consumo; por ejemplo, en uvas y carozos, y trabajar en conjunto ampliando la oferta de productos, ya que los peruanos podrían entrar en algunos mercados en octubre y los chilenos en diciembre-enero, en el caso de la uva. Todo eso requiere una labor muy fina del sector público, pero mucho más de los privados.
Mirar el Asia Pacífico como mercado común para la alianza permite pensar en, por ejemplo, un barco que sale desde Valparaíso y pasa por el puerto del Callao cargando fruta para mandarlo finalmente directo a Tokio, Shanghai o Hong Kong. Con una mirada optimista, sería atractivo si esto se pudiera programar para llegar a una plena alianza.
¿Mayores volúmenes podrían afectar los precios? “Este es un tema que hemos trabajado, y la respuesta es que los mercados del Asia no se atochan ni bajan los precios con mayor volumen, siempre y cuando las calidades sean óptimas”, señala Rojas.
Otra manera positiva de ver la alianza es respecto de la posibilidad que tienen los países con mayor desarrollo de una industria exportadora frutícola, como México y Chile, de exportar servicios profesionales y asesorías. Esto va desde profesionales como agrónomos e ingenieros hasta dueños de empresas que vayan a enseñar cómo montar una exportadora, cómo resolver problemas, cómo cobrar y como desarrollar productos de calidad exportable.
Apertura versus protección
Pero se va a notar más claramente cómo viene la mano en la Alianza del Pacífico cuando se logren o no acuerdos sobre temas sanitarios, de exigencias técnicas y de aduanas en el comercio entre los socios; es decir, cuando quede claro si habrá o no barreras técnicas al comercio. Porque lo que ocurre habitualmente con los gobiernos es que una vez que se firman los tratados y los aranceles se bajan, los países tienden a poner dificultades en esos otros temas.
Y ya hay algunas reacciones a los acuerdos de la Cumbre de Santiago.
El Consejo Nacional Agropecuario de México planteó la necesidad de un mayor diálogo en el tema de la desgravación arancelaria para no poner en riesgo los productos considerados sensibles, como los lácteos y la carne.
Lo que puso de relieve la CNA es que sólo 13 productos considerados sensibles, consigna una nota del diario El Financiero -palta, cebolla, uva, cítricos, plátano, ajo, papa, ají fresco y seco, lácteos, mango, carne, aceitunas y espárragos-, representan el 27% del PIB agropecuario y generan un millón de empleos directos y dos millones de jornales.
Y dejan claro que el tema sanitario no debe estar sujeto a negociación, refiriéndose a la mosca de la fruta, fiebre aftosa y fiebre porcina, entre otros peligros.
La Sociedad de Agricultores de Colombia también plantea su preocupación por los anuncios, “por el desconocimiento de las sensibilidades y particularidades del sector agropecuario, al pretender forzar un proceso de liberación comercial en productos agropecuarios muy sensibles, particularmente frente a México y Chile”.
Lo que plantea la SAC es que no han podido lograr del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo una justificación técnica del costo beneficio para el país de realizar concesiones en bienes sensibles.
Argumentan que eso “tendría graves efectos sobre la producción y el comercio colombiano de productos agrícolas, únicos bienes en discusión en materia comercial en estas negociaciones”.
Añaden que alcanzar el ciento por ciento de liberación en el tiempo “arriesga la aplicabilidad de mecanismos regionales como el Sistema Andino de Franjas de Precios, SAFP, instrumento de estabilización de precios y rebaja arancelaria que ha demostrado de sobra sus bondades y beneficios al sector agropecuario y agroindustrial nacional en los bienes cobijados con este mecanismo”.
El poder de la alianza
La Alianza del Pacífico también es vista como un contrapeso al Mercosur, actualmente el bloque económico más grande, más poblado, económicamente más poderoso y mejor integrado de la región.
Las cuatro naciones del Pacífico reúnen el 35% del PIB de Latinoamérica y si se les cuenta como un solo país, es la novena economía del mundo.
México y Chile integran la OECD, el club de los países ricos y Colombia está solicitando entrar.
Los países de la alianza sumaron exportaciones por cerca de 445 mil millones de dólares en 2010, casi 60% más que las exportaciones del Mercosur.
SITUACIÓN DEL AGRO PERUANO
Según Odepa, las agroexportaciones peruanas crecieron cerca de 30% en 2012, respecto del año anterior, impulsadas por la fuerte demanda del Asia, en un momento en que los envíos totales del país sufrirán una desaceleración ante la incertidumbre global. Los envíos totales de Perú crecieron cerca de 9%, tres veces menos.
Estas son las cifras del sector agroexportador peruano:
Las agroexportaciones alcanzaron a US$ 4.500 millones en 2011, el sector agrícola representa el 10% de las exportaciones, los principales mercados son Estados Unidos (16%), China (13,1%), Suiza (8,1%) y Canadá (6,4%). El país tiene acuerdos comerciales con las cinco principales economías asiáticas: China, Japón, Corea del Sur, Singapur y Tailandia. Es el primer exportador de espárragos, páprika y banano orgánico, el tercer productor de cafés especiales, y está entre los primeros exportadores de alcachofas en conservas, mangos frescos, palta hass y uvas frescas. Dos de los rubros que se desarrollaron más en los últimos años fueron las frutas y hortalizas, que representan más del 50% de las agroexportaciones no tradicionales.
COLOMBIA PUEDE CRECER EN EXPORTACIONES
Colombia registró exportaciones totales por 54 mil 689 millones de dólares, de los cuales 6 mil 148 millones correspondieron a productos agropecuarios, según el Departamento Administrativo de Estadística de ese país.
Los principales productos embarcados son café, cacao, té y sus preparados, que en total llegan a US$ 2 mil 98 millones. Las legumbres y frutas le siguen, con US$ 858 millones y después están los azúcares, preparados de azúcar y miel por US$ 728 millones.
EL GIGANTE MEXICANO
México despachó en total a los mercados internacionales cerca de 349 mil 375 millones de dólares. El sector agropecuario consiguió vender US$ 10 mil 309 millones, teniendo como productos principales al tomate, las paltas, el pimiento.
Según de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, los tomates aportaron al PIB agrícola US$ 2 mil 65 millones, mientras que las paltas sumaron US$ 837 millones, los pimientos US$ 659 millones y el café US$ 552 millones.