2012
Jun. 18, 2013La dieta mediterránea reduce un 30% el riesgo de crisis asmática en niños
La evidencia se obtuvo de la revisión de varios estudios internacionales, en los cuales se vio que mientras más mediterránea es la alimentación, mayor es la protección contra el asma.
Sebastián Urbina
Una revisión de nueve estudios europeos que incluían un total de 40 mil niños comprobó que la dieta de tipo mediterráneo los protege de desarrollar crisis asmáticas y obstructivas.
Esta es la conclusión de este metaanálisis que consideró a menores de entre cuatro y 18 años, y donde participó como coautor el doctor José Castro Rodríguez, profesor asistente de Pediatría de la Universidad Católica de Chile.
“Antes, la dieta habitual de las personas era comprar y consumir los productos que recién se habían cosechado y que eran puestos a la venta”, explica este especialista, quien realizó este estudio junto a investigadores de la U. de Murcia, en España; la U. de Harokopio, en Grecia, y de la U. de Ulm, en Alemania.
“Hoy existe un mayor consumo de comida elaborada, envasada, congelada y procesada en general, que es más rica en sal, azúcar y grasas y que es pobre en antioxidantes y que la consumimos después de estar almacenada por un largo tiempo”, agrega el doctor Castro.
En su opinión, existe una evidencia de gran peso científico que apoya el tipo de alimentación mediterránea, que considera prioritarias las verduras, frutas, legumbres, pescado y aceite de oliva. “Este tipo de alimentos tiene efectos inmunológicos y provocaría una disminución de las alergias, rinitis, dermatitis y asma”, afirma.
Enfermedad en aumento
Las alergias en general son enfermedades que han ido en aumento en los últimos años.
Lo que mejor explica esto es la teoría higienista. Según Castro, “mientras menos exposición tengamos a las mascotas, a jugar al sol y al aire libre, aumenta la posibilidad de tener asma y alergias”. Es decir, el exceso de limpieza favorecería estas enfermedades.
Para la doctora Pamela Hernández, pediatra inmunóloga infantil de Clínica Las Condes, “la lactancia materna prolongada es un factor que protege a los niños del asma”.
En el caso de la contaminación ambiental, la doctora Hernández afirma que es un gatillante de asma, “pero en niños que ya tienen rinitis, por ejemplo”. En tanto, el doctor Castro destaca el papel de la contaminación intradomiciliaria, sobre todo la causada por el humo del cigarrillo.
En todo caso, los especialistas consideran importante hacer un diagnóstico de esta condición lo más temprano posible, “ya que de lo contrario, los casos se van complicando y haciendo más severos”, dice Hernández.
Luego de hacer un estudio médico completo, si existe un asma moderada se pueden dar medicamentos. En el caso de que sea severa, si está bien controlada, es posible intentar hacer inmunoterapia, procedimiento que reduce los síntomas de esta enfermedad y puede ayudar a disminuir los medicamentos.
Pero para no llegar a esto, sería mejor que el niño juegue con mascotas y que se alimente sanamente.
El pescado y los antibióticos
Otra investigación, publicada en la última edición de Pediatric Allergy and Immunology, comprueba que el temprano consumo de pescado por parte de los niños los protege del asma hasta los 8 años. Esto se debería a que el pescado es rico en grasas poliinsaturadas. Incluso hay trabajos que demuestran que los hijos de madres que consumen pescado en el embarazo y la lactancia tienen menos asma y alergias.
Por otra parte, la administración de antibióticos durante el primer año de vida aumenta el riesgo de asma. Esto, porque estos medicamentos alteran los gérmenes del intestino, que influyen en la maduración del sistema inmune. Esta influencia es más importante en el primer año de vida.