Caramelos, chocolates y otros alimentos
Feb. 8, 2011el auspicioso panorama del maíz
Buenos precios marcan la próxima cosecha, aunque algunas nubes ensombrecen la suerte de la temporada.
Arnaldo Guerra M.
La inestabilidad ha sido la tónica en la producción de maíz en los últimos tiempos. Si en 2009 se hablaba de crisis y en 2010 de regreso a la normalidad, para 2011 se anticipa un año auspicioso.Ad portas del inicio de la cosecha en la zona central, los precios están en sintonía con la inflación que viven los alimentos a nivel mundial. Sin embargo, algunos temores ensombrecen el positivo panorama. La proyección en los futuros de la Bolsa de Chicago señala para después de mediados de año una tendencia a la baja, indica el productor y vicepresidente de la SNA, Patricio Crespo.
De la actitud de los compradores dependerá, entonces, lo que vendrá en materia de precios. O se guían por lo que señalan las bolsas o toman en cuenta la inestabilidad productiva que se ha producido en el mundo, que, al contrario, plantea alza en los valores.Buenos retornos
Se dice que los precios de este año podrían estar a la altura de los de 2008. Los actuales en el mercado interno están a buen nivel en relación con el costo de importación. Y la tendencia es que tales valores sigan en alza durante la cosecha.Según el informe de enero de Cotrisa, los precios en Chile fluctúan entre 14.000 y 14.500 pesos, mientras que los costos de internación, base Melipilla, fluctuaron entre $14.871 y $16.027 por quintal para el maíz Yellow Nº 3 norteamericano, y entre $14.845 y $15.765 por quintal en el caso del maíz argentino.
Lo habitual en el negocio del maíz es que se produzca una baja en el momento de la cosecha, porque el que compra para guardar y consumir en el tiempo lo hace asumiendo costos imponderables del mercado, como el tipo de cambio, por lo que es usual que ponga un castigo que va entre 10 y 15%.”Todo lo determinará la actitud de los compradores. Si el escenario que proyectan es a la baja, porque los futuros bursátiles lo indican, podría decidir comprar sus necesidades inmediatas y no acopiar”, señala Crespo.
Pero un factor podría influir.”La volatilidad es un elemento latente en todos los mercados. Los cambios en el clima a nivel mundial han hecho que todos los países productores de maíz hayan visto alterados sus pronósticos de cosecha. Eso ha hecho permanente una inestabilidad productiva. Cada vez hay menos certeza, lo cual se transmite al mercado. Eso genera precios a futuro mucho más volátiles y crea mayor inseguridad. Todo, naturalmente genera especulaciones y expectativas de compra. Y como los mercados financieros siguen débiles, ya que los países no logran ponerse de pie, hay mucha plata dando vuelta; muchos recursos canalizándose -en vez de acciones o a bancos- a los commodities. Y eso siempre redunda en alzas”, plantea Crespo.
Estos cambios repentinos están a la vista. Le pasó recién a Estados Unidos que tarde reconoció que su producción se vería afectada en más de 5 por ciento, lo cual produjo el alza de precios que se vive hoy.Y también pasará en Chile, por el déficit de agua de riego que existe.
“Las dificultades de riego desde la V a la VII Región repercutirán en la producción nacional. El maíz es uno de los productos que más necesidades de agua tiene, por lo que las restricciones van a tener su correlato en los niveles de producción”, señala Crespo.A la situación de inseguridad de abastecimiento se suma la demanda del mundo asiático por proteínas de origen animal, como la carne de cerdo, que tiene como base de alimentación los granos.
La situación en ChileEn 2008 y 2009 la demanda mundial estuvo por debajo de la oferta, hasta que en 2010 se produjo el cruce en la tendencia.
Para 2011 se proyecta una demanda de 836 millones de toneladas y una oferta de 816 millones, según un informe de Odepa que usa datos del World Agricultural Supply and Demand Estimates, del Usda.Mientras, la producción chilena se ha mantenido estable en los últimos años y ha variado entre un millón 120 mil toneladas en 2007 y un millón 308 mil toneladas en 2010, lo que se ha producido a la vez es una baja en el consumo desde 3 millones 54 mil toneladas a un millón 904, lo que deja a la importación en 31% del total ocupado en 2010.
El reemplazo se ha producido por crecientes importaciones de sorgo y de maíz partido, indica un estudio de Odepa, con cifras de INE y Aduanas.Cerca del 31% del consumo de maíz en el país correspondió a importaciones, en 2010.